El macho, provisto de un pico fuerte, su cabeza está cubierta de un plumaje azul brillante y coronada por un copete de plumas. El macho alcanza una longitud de 2.2 m y un peso de hasta 5 kg: su plumaje de color azul iridiscente con reflejos verdosos es usado por el macho para defender su territorio y también como conseguir a la hembra para el apareo. Coberteras de hasta 2 m de longitud, que -al desplegarse- forman un majestuoso abanico tachonado por ocelos en tonos dorado, azul y verde. La hembra en cambio tiene hasta 1 m de largo y 3 kg de peso. Su plumaje es ceniciento, blanco en el cuello y con reflejos verdes en el pecho. El penacho es pequeño, de color café.
Esta ave es originaria de las Indias, de donde la trajo Alejandro Magno de vuelta de sus conquistas a Babilonia donde murió. De aquí, se propagaron estas aves por la Persia y la Media y de estos reinos fue de donde los romanos las llevaron a Italia.
Los antiguos hacían mucho aprecio a la carne y huevos de estas aves. El orador Quinto Hortensio fue el primero que introdujo entre los romanos el gusto por la carne del pavo que hizo servir en un gran convite que dio cuando fue creado augur. Marco Antonio Luco fue el primero que discurrió hacerlas andar a manadas para engordarlas.