lunes, 14 de noviembre de 2011

Hermandad

Hoy, cuando el hombre siente que se derrumba ante el sistema, es importante la hermandad. Lo demostraron los estudiantes del país al unir sus voces y sus cuerpos por una causa común. Siento que esta unión debería ser tan fuerte para todas las decisiones que se toman y que van contra nuestra sanidad, en el caso de la salud, la economía, la política, etc. El sistema busca desintegrarnos, que seamos una unidad, cuando lo que pide el planeta ahora es una comunidad, donde las fronteras no existan, donde pensemos en el bienestar de todos, que sembremos nuestros alimentos y que no dependamos más del sistema capital.
Son días de angustia, en que el espíritu se siente incómodo y quiere volar libre, sin ataduras, sin cadenas, sin juicios ni recriminaciones. 
Y al mismo tiempo son días de despertar. Siento que la conciencia se expande, busca en sus rincones las perturbaciones y las conecta con el cosmos hasta lograr el equilibrio. Ese es el viaje interior.
Creo que hay que renovarlo todo a cada instante. Hay que construir y al mismo tiempo destruir. Caminar ligeros por el mundo, sin cargas ni grandes maletas que al fin de cuentas es sólo vanidad.
La naturaleza misma nos muestra que lo importante es lo que merece esfuerzo, no está a la vista de cualquiera, es tan sutil y único que pocos conocen; la sabiduría.
Estas tortugas nos reflejan esa hermandad de las que les hablo. Es una fotografía tomada en el jardín botánico de Medellín.



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