jueves, 30 de septiembre de 2010

Rostros de Bello Oriente

Bello Oriente, un barrio que me ha acogido con toda su sensibilidad, tiene sus rostros, rastros y  restos que han posado para este lente y  ha contado su historia de a poco, que no es simple ni sencilla. Al oriente de la ciudad se divisa una edificación blanca, muy grande, es ahí el barrio, con la ventaja, para ellos, que no se ve de todos los ángulos de medellín, está oculto entre montaña, y es allí donde la vida apenas florece, donde se levantan después de haber caído en varias ocasiones. Todos ellos son desplazados de varios municipios de Antioquia y han estado expuestos a todo tipo de violencia.
Hoy en Bello Oriente hay otra energía, y es el arte el que reemplaza la violencia, la pobreza y la desigualdad. Estos rostros son los de mis amigos. Todos ellos me han entregado un pedacito de sus corazones y yo lo he recibido con mucha alegría. Todos muy hermosos. 








domingo, 19 de septiembre de 2010

Mirada invertida

Es posible invertir la mirada que merece un rostro o el paisaje. Talvez mirando al revés, cada uno se de cuenta de la verdadera importancia de nuestro entorno, de tantas bellezas y detalles que nos justifican en la tierra. Porque es un placer mirar desde donde no estamos acostumbrados. Darle un giro a todo es volver a mirar, renacer, así no nos tragamos entero tanta mentira y tanto esquema que nos imponen. Inclusive, hasta la Universidad hay que mirarla distinto, porque al paso que vamos ya no será nuestra alma máter, sino otro centro privado de los que tanto abundan en la ciudad. Alteremos nuestras miradas, por lo menos como ejercicio diario o como vicio, y dejemos de un lado los esquemas.

viernes, 10 de septiembre de 2010

Seres Especiales

Es bien sabido que una imagen te produce tantas sensaciones como sucede con una fruta, un color o un sonido. Y entre más ves la foto, más elementos distintos encontrás y cada mirada es como la primera y la única. Hice un ejercicio con estas fotos.
Primero, fueron tomadas en el barrio Bello Oriente, al centro oriente de la ciudad, un barrio nuevo, relativamente, y su principal característica es que es de invasión. La mayoría de sus habitantes son desplazados de muchos municipios de Antioquia. Lo que hice con las fotos fue imprimirlas en un tamaño de 20x30 y llevarlas a la comunidad, especialmente a los niños y estudiantes del colegio. La sorpresa fue grande. Para la mayoría era increíble que en su barrio existieran tales seres. Se dieron cuenta que no observaban su entorno detenidamente y que es más bello de lo que parece. Muchos niños comenzaron a dibujar lo que veían en la foto y se fueron a buscar animalitos y flores para que yo las fotografiara, pero lo principal es que se dieron cuenta que hay que mirar más allá, no quedarse en lo simple, en la primera impresión. Y yo quedé muy a gusto por brindarles esa posibilidad de mirar una imagen y de aportarles sensibilidad a sus vidas.


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