domingo, 26 de diciembre de 2010

El camino ruinoso


Hace un año, en esta misma temporada el calor atormentaba miles de poblaciones, los cultivos se perdían, incendios en cualquier zona vulnerable, y lo que yo pensaba al ver esto era en el invierno que se vendría después. Y es cierto, es un invierno que está hundiendo a Colombia, por no decir que al mundo entero. En estas fotografías muestro cómo encontré la vía que va de Medellín a Andes, al sur de Antioquia. Por aquí hace unas semanas se le vino la tierra encima a unos motociclistas y quedaron sepultados para siempre. El pueblo ha quedado sin comunicación con la ciudad por varios días. Toda la tierra se desploma, se hunde en sus propias fauces. El común se queja y se lamenta, les da pesar al ver las imágenes de los noticieros, ver cómo se hunden pueblos enteros, y de ahí no pasa. Alfredo Molano en sus últimas columnas en El Espectador ve llover y su corazón no hace más que mostrarnos este desastre: “La esponja que eran nuestras selvas y montañas ha sido arruinada. De ahí los derrumbes, los deslaves, y en general las inundaciones. La tragedia del barrio La Gabriela en Bello es un ejemplo brutal del efecto de la deforestación de ladera. Nada detiene la tierra desnuda una vez se llene de agua pese más. Simple: se derrumba, echa monte abajo y se lleva barrios, veredas, carreteras, puentes”.  Quisiera que pensáramos un poco en algo más allá, en todo lo que se nos ha olvidado desde un principio y porqué hemos llegado hasta tal fondo, hasta el innegable daño que se le ha hecho a la tierra. Hemos olvidado que hay lugares donde no se puede construir, donde no se pueden sembrar monocultivos, donde no se pueden explotar las minas, donde se desvían ríos y se talan árboles nativos y este olvido lo pagamos caro. Hemos dejado de lado la historia y ahora estamos viviendo las consecuencias. Los poderosos se han encargado de que lo olvidemos todo y vivamos en un mundo de fantasía, de máscaras y de ignorancia.  
La tierra sufre, se queja, se lamenta y sin embargo no se piensa en ella, se le maltrata y probablemente nada cambiará, por el contrario se aumentarán las tragedias hasta que no haya conciencia de todo esto, mientras no se tomen medidas drásticas y se haga algo razonable, porque de lo contrario Colombia quedará en el recuerdo, sino es que también se deja en el cajón del olvido y las nuevas generaciones no sabrán que alguna vez hubo Colombia.





lunes, 22 de noviembre de 2010

Caminando la palabra desde La Sierra Nevada

 Mensajes de los hermanos mayores para estas tierras

Una serie de crónicas indígenas rondarán por éste blog donde la principal invitación es a la resistencia y a la verdadera comunicación con la tierra.








Silencioso, con su vestido blanco de lana, simbolizando la nieve de la Sierra Nevada de Santa Marta, su tozcuma (gorro blanco) y su mochila que representa el vientre, porque allí se guarda lo necesario, está sentado en el auditorio de la biblioteca de Girardota, el Mamo Duavico Villafañe. Observa cautelosamente a los que lo quieren escuchar. Llegó desde la Sierra, de la comunidad de los Arhuacos; vino para dejarnos un sincero mensaje, para que reflexionemos sobre nuestra experiencia en la tierra, cómo la tratamos y pagamos su grandeza.
Al fondo pasan unas fotografías con rostros, montañas y cultivos de la comunidad Ika, de donde es el Mamo Duavico. Los mayores lo han enviado a la “civilización” para que cuente de ese daño que los hermanitos menores, los de occidente, le hacemos a la tierra y a los indígenas que son civilizaciones avanzadas y nos llevan años de ventaja, empezando porque viven en la tierra unos siete mil años. El Mamo anda acompañado de Andrés Pardo, quien traduce y explica el pensamiento y la cultura Ika. Andrés es el contacto que tienen en la ciudad, Bogotá, para que comunique el mensaje.
Habla Andrés


Los Arhuacos vivían libres en toda la Sierra Nevada, territorio que tiene los 7 pisos térmicos, se desplazaban por cada uno, dependiendo de las condiciones del clima y sus necesidades. Ahora están en la parte alta de la Sierra, porque la baja ha sido privatizada y expuesta para el turismo y los grandes proyectos industriales. Su labor de llegar a las ciudades es contar que las tierras les pertenecen ancestralmente, que es necesario recuperarlas y además cuidar de ellas.
El mamo o mamu es la máxima expresión de sabiduría de la cultura Ika o Vintukua que es el nombre tienen pero en occidente se les conoce como arhaucos. Para llegar a ser mamo se requiere que desde el momento de la gestación ya venga destinado por las fuerzas superiores del universo. El mamo nace y aprende los secretos de la naturaleza por el contacto vivo que desde niño él relaciona con todo el conocimiento que desde el origen les dejó kaku serankua (dios) y seynekun (la madre tierra).

En la cultura Ika el mamo desempeña un papel muy importante en el campo espiritual ya que en él esta consagrada la historia de la ley de origen. El mamo es fuente de pureza ancestral y es un poder que sirve para todos. Él, además, es la cabeza visible en lo que respecta a la parte política. El mamo es guía espiritual de la comunidad porque a diario mantiene un diálogo con todos los elementos del universo. El estudio de un mamo es de toda la vida y para llegar a ser Mamo Mayor se requiere de un total manejo e interpretación de los fenómenos naturales, porque ellos anuncian, ya que son la voz de los padres y madres espirituales de la creación. Habla Duavico




Duavico trae al hombro unas mochilas hechas por las mujeres, que muestra en todo su recorrido por Girardota. Andrés y Duavico fueron invitados por el proyecto literario En alas del libro.
Los Mamos pagan a la tierra todas sus bondades, devolviéndole lo que le pertenece, nada de basura, porque eso no le pertenece. Durante años han sido vulnerados por los proyectos de turismo que se quiere implantar en la selva, sin embargo, ellos no se han desplazado hacia el interior del país sino hacia el interior de la selva, viviendo como comunidad autostenible. Duavico en su recorrido por la palabra, nos trajo un documental hecho en la Sierra, por los mismos indígenas, donde cuentan de la invasión de los monjes capuchinos y cómo los sacaron (a los capuchinos) pacíficamente de la tierra. Habla Julián Ospina de En alas del libro

Y la realidad en la Sierra no es muy distinta a lo que pasó con los capuchinos. Son perseguidos, asesinados, por los poderosos para lograr sacarlos de sus tierras y convertirlas en carreteras. Para los Ikas es más importante la coalición del humano con la tierra para la unidad y convivencia, que grandes vías que desunan al pueblo. Es la conciencia de estar vivos y saber del espíritu que somos, con qué nos identificamos de nuestros antepasados, qué sabemos de ellos y de nuestros pueblos, cuál es nuestra cosmovisión.

viernes, 8 de octubre de 2010

Abrazo a la tierra




Hoy más que nunca, la tierra necesita ser abrazada. Un abrazo paternal, donde ella sienta que queremos reivindicarnos. Un abrazo que mueva cada rincón y que se convierta en una unión de su corazón con el nuestro. Así como estos árboles abrazan fuertemente a la tierra, con ganas de no despegarse nunca, es que debemos abrazarnos y abrazarla, porque es ahí donde sentimos quién nos aprecia y de qué manera apreciamos. Los invito al abrazo sincero y a dejar expandir nuestras raíces por todo el planeta para que los humanos no estemos tan solos y abandonados.

jueves, 30 de septiembre de 2010

Rostros de Bello Oriente

Bello Oriente, un barrio que me ha acogido con toda su sensibilidad, tiene sus rostros, rastros y  restos que han posado para este lente y  ha contado su historia de a poco, que no es simple ni sencilla. Al oriente de la ciudad se divisa una edificación blanca, muy grande, es ahí el barrio, con la ventaja, para ellos, que no se ve de todos los ángulos de medellín, está oculto entre montaña, y es allí donde la vida apenas florece, donde se levantan después de haber caído en varias ocasiones. Todos ellos son desplazados de varios municipios de Antioquia y han estado expuestos a todo tipo de violencia.
Hoy en Bello Oriente hay otra energía, y es el arte el que reemplaza la violencia, la pobreza y la desigualdad. Estos rostros son los de mis amigos. Todos ellos me han entregado un pedacito de sus corazones y yo lo he recibido con mucha alegría. Todos muy hermosos. 








domingo, 19 de septiembre de 2010

Mirada invertida

Es posible invertir la mirada que merece un rostro o el paisaje. Talvez mirando al revés, cada uno se de cuenta de la verdadera importancia de nuestro entorno, de tantas bellezas y detalles que nos justifican en la tierra. Porque es un placer mirar desde donde no estamos acostumbrados. Darle un giro a todo es volver a mirar, renacer, así no nos tragamos entero tanta mentira y tanto esquema que nos imponen. Inclusive, hasta la Universidad hay que mirarla distinto, porque al paso que vamos ya no será nuestra alma máter, sino otro centro privado de los que tanto abundan en la ciudad. Alteremos nuestras miradas, por lo menos como ejercicio diario o como vicio, y dejemos de un lado los esquemas.

viernes, 10 de septiembre de 2010

Seres Especiales

Es bien sabido que una imagen te produce tantas sensaciones como sucede con una fruta, un color o un sonido. Y entre más ves la foto, más elementos distintos encontrás y cada mirada es como la primera y la única. Hice un ejercicio con estas fotos.
Primero, fueron tomadas en el barrio Bello Oriente, al centro oriente de la ciudad, un barrio nuevo, relativamente, y su principal característica es que es de invasión. La mayoría de sus habitantes son desplazados de muchos municipios de Antioquia. Lo que hice con las fotos fue imprimirlas en un tamaño de 20x30 y llevarlas a la comunidad, especialmente a los niños y estudiantes del colegio. La sorpresa fue grande. Para la mayoría era increíble que en su barrio existieran tales seres. Se dieron cuenta que no observaban su entorno detenidamente y que es más bello de lo que parece. Muchos niños comenzaron a dibujar lo que veían en la foto y se fueron a buscar animalitos y flores para que yo las fotografiara, pero lo principal es que se dieron cuenta que hay que mirar más allá, no quedarse en lo simple, en la primera impresión. Y yo quedé muy a gusto por brindarles esa posibilidad de mirar una imagen y de aportarles sensibilidad a sus vidas.


domingo, 29 de agosto de 2010

Agosto sabe a rojo


Luces rojas se encienden en el campo para contrastar con una montaña o con el cielo. Es un baile de gala, donde la pasión está mordiendo sus límites y muerde tanto que sangra. Se desborda en color y calor. Es un derrame de rojo lo que podemos ver en ésta era. Se derrama en las calles de la ciudad, en los atardeceres, en los ríos, en los cuerpos, en las flores, hasta el planeta Marte es nombrado así en honor al dios de la guerra. Inclusive las cartas de amor van mejor con tinta roja, porque emana fogosidad y simula el corazón del que salen esas palabras.
Unos rojos labios provocan un beso, no por ser labios, sino por su tono y a esos labios provoca regalar una rosa roja para aumentar su color y así su sabor. Sabor a sandía, jugosa y muy roja.
Un buen verde da más vida a ese rojo que la naturaleza pone ante nuestros ojos y frente a mi cámara. Es por eso que todos estos rojos fotografiados son perfectos para cerrar este mes de agosto que sabe a rojo.

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