lunes, 22 de noviembre de 2010

Caminando la palabra desde La Sierra Nevada

 Mensajes de los hermanos mayores para estas tierras

Una serie de crónicas indígenas rondarán por éste blog donde la principal invitación es a la resistencia y a la verdadera comunicación con la tierra.








Silencioso, con su vestido blanco de lana, simbolizando la nieve de la Sierra Nevada de Santa Marta, su tozcuma (gorro blanco) y su mochila que representa el vientre, porque allí se guarda lo necesario, está sentado en el auditorio de la biblioteca de Girardota, el Mamo Duavico Villafañe. Observa cautelosamente a los que lo quieren escuchar. Llegó desde la Sierra, de la comunidad de los Arhuacos; vino para dejarnos un sincero mensaje, para que reflexionemos sobre nuestra experiencia en la tierra, cómo la tratamos y pagamos su grandeza.
Al fondo pasan unas fotografías con rostros, montañas y cultivos de la comunidad Ika, de donde es el Mamo Duavico. Los mayores lo han enviado a la “civilización” para que cuente de ese daño que los hermanitos menores, los de occidente, le hacemos a la tierra y a los indígenas que son civilizaciones avanzadas y nos llevan años de ventaja, empezando porque viven en la tierra unos siete mil años. El Mamo anda acompañado de Andrés Pardo, quien traduce y explica el pensamiento y la cultura Ika. Andrés es el contacto que tienen en la ciudad, Bogotá, para que comunique el mensaje.
Habla Andrés


Los Arhuacos vivían libres en toda la Sierra Nevada, territorio que tiene los 7 pisos térmicos, se desplazaban por cada uno, dependiendo de las condiciones del clima y sus necesidades. Ahora están en la parte alta de la Sierra, porque la baja ha sido privatizada y expuesta para el turismo y los grandes proyectos industriales. Su labor de llegar a las ciudades es contar que las tierras les pertenecen ancestralmente, que es necesario recuperarlas y además cuidar de ellas.
El mamo o mamu es la máxima expresión de sabiduría de la cultura Ika o Vintukua que es el nombre tienen pero en occidente se les conoce como arhaucos. Para llegar a ser mamo se requiere que desde el momento de la gestación ya venga destinado por las fuerzas superiores del universo. El mamo nace y aprende los secretos de la naturaleza por el contacto vivo que desde niño él relaciona con todo el conocimiento que desde el origen les dejó kaku serankua (dios) y seynekun (la madre tierra).

En la cultura Ika el mamo desempeña un papel muy importante en el campo espiritual ya que en él esta consagrada la historia de la ley de origen. El mamo es fuente de pureza ancestral y es un poder que sirve para todos. Él, además, es la cabeza visible en lo que respecta a la parte política. El mamo es guía espiritual de la comunidad porque a diario mantiene un diálogo con todos los elementos del universo. El estudio de un mamo es de toda la vida y para llegar a ser Mamo Mayor se requiere de un total manejo e interpretación de los fenómenos naturales, porque ellos anuncian, ya que son la voz de los padres y madres espirituales de la creación. Habla Duavico




Duavico trae al hombro unas mochilas hechas por las mujeres, que muestra en todo su recorrido por Girardota. Andrés y Duavico fueron invitados por el proyecto literario En alas del libro.
Los Mamos pagan a la tierra todas sus bondades, devolviéndole lo que le pertenece, nada de basura, porque eso no le pertenece. Durante años han sido vulnerados por los proyectos de turismo que se quiere implantar en la selva, sin embargo, ellos no se han desplazado hacia el interior del país sino hacia el interior de la selva, viviendo como comunidad autostenible. Duavico en su recorrido por la palabra, nos trajo un documental hecho en la Sierra, por los mismos indígenas, donde cuentan de la invasión de los monjes capuchinos y cómo los sacaron (a los capuchinos) pacíficamente de la tierra. Habla Julián Ospina de En alas del libro

Y la realidad en la Sierra no es muy distinta a lo que pasó con los capuchinos. Son perseguidos, asesinados, por los poderosos para lograr sacarlos de sus tierras y convertirlas en carreteras. Para los Ikas es más importante la coalición del humano con la tierra para la unidad y convivencia, que grandes vías que desunan al pueblo. Es la conciencia de estar vivos y saber del espíritu que somos, con qué nos identificamos de nuestros antepasados, qué sabemos de ellos y de nuestros pueblos, cuál es nuestra cosmovisión.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Da cierto gusto embriagarse con la gota de agua que desciende de la orquìdea que abre este blog. Hay resistencia en la delizadeza. Sin duda que es un animal terrestre, que no cualquier alimaña, la humana que está detràs de todo esta màscara de letras y flores plena de resinas salvajes...

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