Desaparecer por un periodo de tiempo se vuelve fascinante. Y más si he desaparecido de mí misma. Hay una especie de ebullición interior, de caída abismal de la que tarde o temprano habrá que levantarse o por el contrario caer eternamente. Hay días de tristeza, otros de sospechosa alegría. Pero hay días. Estoy haciendo un viaje por algunas regiones de Antioquia y posiblemente saldré de Antioquia. Pero también es un viaje por algunas regiones del alma. Dejarla que ella vaya a su ritmo, verla alejada del cuerpo (cosa a la que no nos acostumbramos mucho). Ese viaje interior necesita más atención que ir con una maleta y conseguir algo de comer. Necesita dejar todo al desnudo y saborearlo sin ninguna barrera. Ahí es donde encuentro el verdadero gusto.
Y también es un gusto desplazarse y conocer la verdadera historia del país. Escuchar las marcas que ha dejado, y sigue dejando, la guerra en el corazón de nuestros campesinos. Andar cerca a la pobreza y al ocio. Cerca al crimen y al temor. Son momentos que se viven también en la ciudad, pero con menos contaminación y menos ruido.
Quiero invitarlos a viajar, a salir de la comodidad en que andamos todos los días. No hay seguridades, sin un invento. Es necesario abandonar el sistema y las cosas que nos privan de nuestra libertad. O tiene algún sentido hacer lo que se viene haciendo? No es mejor romper con las costumbres?
Amigos es una invitación de corazón.
5 comentarios:
Pues tu invitacion ha calado en un par de nosotros, espero viajar, recorrer, recorrerme, dentro de unos cuantos dias.
!No cierres el blog por favor! eres uno de los ultimos eslabones de esa cadena virtual que aun me ata a leer en una pantalla, no seas como ese mechudo novio tuyo y sus amigos locos...
me hiciste recordar una frase de twain: he descubierto que no hay forma más segura de saber si amas u odias a alguien que hacer un viaje con él.
Aunque siempre lo ideal, pienso yo, es viajar solo, hasta entonces adviertes lo fuerte que eres, aun así espero que estés sujetando al andar una mano querida.
un abrazo Bibiana
pompilio
parce pa donde? cuando arrancamos?
Bibiana, de verdad que te extrañábamos. Pero vale, vuelves mucho más sabia de lo que ya eras...y nos enseñas mucho con lo que dices. Gracias por estar de nuevo aquí. Abrazo del corazón.
A veces, cierro los ojos y veo el mar, la inmensidad azul con los negros relámpagos de mi soledad. ¿No es el viaje también comodidad en la huida, en el otro? Me pregunto. Abro los ojos y camino hacia la montaña del sinsentido y sin estrellas. Chao
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