La sorpresa parece haber sido devorada por la costumbre. El asombro que tanto caracterizaba a los niños se lo ha quitado el televisor, los videojuegos, la Internet. Ahora ellos creen que todo es “normal”, como me lo dijo hace poco un niño cuando le mostré ese pájaro, esas nubes, esos gusanos –normal, no le veo nada de raro-. Qué raro le va a ver, qué sentido tiene un animal para ellos cuando en los medios les muestran cadáveres, o la moda que deben lucir, o el último viedeojuego. Se pierde el asombro ante lo creado, ante el brillo humedecido de una hoja, ante el rocío, ante el contraste de los colores, parece que desapareciera ante el traqueteo de los días iguales, el paso del tren de las estaciones iguales, los fines de semana monótonos, el ruido encadenado de buses, pasos, gritos, ojos resbalando por pantallas, cafés, informes, idas y venidas de colegios rutinarios, regreso a las navidades, al cumpleaños –otro años más, te ponés vieja- -feliz navidad- -feliz año-…
¿Porqué se pierde el asombro como se pierde? Hay una costumbre, un hábito rumiante de consumir masticando lo nuevo, a veces triturando lo último, pero sin saber qué se come, tan voraces somos. Se consume y se consume, se viaja con sólo hacer un clic –ayer estuve en Alemania, mañana voy para Australia- ¿desde cuándo? La vuelta al mundo en menos de 8 días.
¿Y dónde quedan las preguntas? ¿el silencio? ¿la sorpresa? ¿la quietud?
Hace poco leía unas frases que decía Kafka paseando por las calles de Praga con su amigo Janouch. Decía Kafka: “la juventud es feliz porque posee la capacidad de ver la belleza. Es al perder esta capacidad cuando comienza el penoso envejecimiento, la decadencia, la infelicidad”. Janouch le preguntó: “¿entonces la vejez excluye toda posibilidad de felicidad?”. Y Kafka le respondió: “no. La felicidad excluye a la vejez. Quien conserva la capacidad de ver la belleza no envejece”.
Ese afán de belleza, de felicidad, del bien, de la verdad, es una manera de mantener al hombre alejado de sí mismo, pero llega el momento del cansancio, de la fatiga, del desconsuelo, y todo fue inútil.
17 comentarios:
Tal vez hay que asombrarnos de que no nos asombremos con nada...
Saludos.
Elotrodemas.
Que sorpresa!!! es verdad que solo la juventud se conserva solo por esa necesidad de mantener lo que desde niños no ha mostrado el largo camino de la vida, cuando no teniamos otros intereses solo que contemplar el paisaje. que fortuna saber que aun hay cosas que nos inquietan mas que las oscuras banalidades de la vida moderna. un abrazo. Julio César
Lo que me asombró esta semana fue la ignorancia y la imbecilidad latente de los gobernantes de G...
Con tales gobernantes entramos sin darnos cuenta en la era apocaliptica de la cultura y sano entretenimiento Ahhhhh!!!!
es terrible. para los que quieran, está la grabación casi completa del foro en G.
que bueno tener a Julio por estos lados...
Que bueno... es material a favor nuestro y en su contra
!Uy ! esto parece una conversacion de espias rusos. " la grabacion esta en G", "A favor nuestro y en su contra" jajajajajajajaja
y de las mejores organizaciones rusas. no saben lo que se planea por estos lados. y si no vea tanto anónimo...
No hay que ser uno anónimo para que lo reconozcan a uno...
No rebele su nombre, pero haga su comentario... Anónimo
Quedamos cu a pe... monton de evidentes anonimos... hay que ser muy anonimo para darse cuenta de quienes son estos anonimos... sobre todo rusos... los que mas cara y pinta de rusos se gastan son jhoed y el gallinazo... un abrazo anonimo...
mi asombro murió en un accidente de tráfico la semana pasada. conseguí otro, pero unas ratas gigantes irrumpieron violentamente en mi habitación (tenían fusiles de hueso) y se lo llevaron. sonreían.
pd. no soy ninguno de los anteriores anónimos. os lo aseguro. gallinazo.
Al parecer soy la única que da la cara...
no será peligroso?
espero que algún anónimo me defienda en caso de accidente.
Viviana, me asombra gratament tu enorme capacidad de observación, tu sensibilidad, tu mirada del mundo siempre abierta, ventana desnuda de la poesía que sabe expresar tantas cosas aquí y seguramente en todo lo que haces. Qué lección de fluida escritura, de auténtica poesía en lo que he podido leer. Y tus fotografías:el mundo que descubren, la verdad que muestran, el enfoque original y revelador que sabes aprovechar. Tu talento, por fortuna en estos tiempos de embotamiento, banalidad, oscuridad, descuido, olvido e indiferencia, es una esperanza que los dioses deben proteger. Necesitamos mucho, queremos mucho personas como tú. Un abrazo agradecido y felicitaciones.
Pedro Arturo
Hola, lindo lo de el asombro. Un comentario de Pedro Arturo es también un asombro. En mi opinión que no es humilde el asombro ha sido conducido como res a los medios de comunicación y sacrificado para el morbo de nos fascina. Y los medios de comunicación son cada vez, con el paso de los días, guias telefonicas.
Ah, lo único que no me gusta son las iniciales para nombrar las cosas.
Un abrazo y tu blog tiene fuerza.
un beso con lengua de mi parte y que te lo de mauricio en representación mía
Me asdombra de manera honrosa la presencia de Pedro por estos lados
Nunca te había leído antes Bibi. No sabía de la existencia de este blog.
Sólo he podido leer este primer texto, pero seguro terminaré leyendo todo lo demás, para chismosear ideas (y eventualmente, chismes, chismes) pero por ahora las ideas están más que bien.
Respecto al asombro, sin él somos nadie. Perder las preguntas es como perder el combustible. A mí me gusta mucho preguntarme cosas, es todo un deporte: ¿cómo funciona un cajero automático? ¿cómo habrá sido el proceso para cablear el mundo? ¿cómo se verá un ser tetra-dimensional? ¿por qué vemos el color rojo rojo y no azul? ¿qué hace que experimentemos el fenómeno mental como algo divino y puro? En fin, preguntas hay por doquier y no es menester responderlas todas. Me alegra dispararlas aunque sea.
Respecto a los espías rusos, te tengo una adivinanza sin solución:
-Dos de los espías rusos son el mismo espía ruso.
-Uno de los espías rusos tiene un pastor alemán.
-Uno de los espiás rusos, es una espía rusa.
-Uno de los espías rusos tiene un pececito dorado.
-Uno de los espías rusos, es vecino de uno de los espías rusos.
-Por cada dos espías rusos hay una espía rusa.
Blah blah blah.
Chao!
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