miércoles, 21 de abril de 2010

Un poema de Porfirio Barba Jacob

Canción Ligera




                                            El arte del escritor consiste en
                                           hacernos olvidar que emplea palabras. 
                                                       Anatole France.



Si acongoja un dolor a los humildes,
o si miran un valle, un monte, un mar,
dicen talvez: “dichosos los poetas
porque todo lo pueden expresar”.



¡Ah! Pero el misterio en que vivimos,
la cotidiana y múltiple emoción,
como no encuentra un ritmo que la cante
se ahoga en el sepulto corazón.

Y están sin voz el oro de los trigos,
el son del viento en pugna con el mar,
la luz que brilla, el grito que se apaga
y el llanto de la noche en el palmar.

Y están sin voz, perennemente mudos,
sin quién venga su espíritu a decir,
el sol, la brizna, el niño y el terrible
prodigio del nacer y del morir.

Y nosotros, los míseros poetas,
temblando ante los vértigos del mar,
vemos la inexpresada maravilla,
y tan solo podemos suspirar.


                                      La Ceiba de Atlántida, Honduras, 1908.

2 comentarios:

Zhu dijo...

la puerta se hacerca
sin importar qe sea alcontrario
la luz enceguecerá un dulce sueñó
o una amarga pesadilla
vuelvo y despierto
pero si no he de soñar horrores o alegrías
no me acordaré de este hermoso poema
que tú me has enceñado. gracias.

J. Casablanca dijo...

B.R. Buena escogencia. Me gustó el poema, de un poeta que ya hace mucho había olvidado por la fuerza de la costumbre... Me pregunto por qué usted habrá escogido este poema en particular, seguramente porque sos admiradora de la sublime, según el tema del poema, claro.

Seguidores

Visitantes